Ya se sabe que pescar en invierno es un desafío porque los peces, que no suelen dar muchas facilidades, lo complican todo mucho más en estas fechas porque están empanados en el fondo del río. Un grupo de entusiastas, liderado por Fernando y seguido por Edu, Raul, Javi, Fran y David, desenfundaron la caña y probaron todo tipo de cebos siguiendo el magisterio de Pedro, cuyo entusiasmo no es menor que el de Fernando. César -el Grande- y Nut pusieron la logística. El caso es que ni masilla, ni pan, ni babosas, ni lombrices, ni cucharilla, allí no salía nada de nada. Diríase que estaban los peces de cotillón anticipado. Casi al final de la jornada, ¡por fin!, el maestro Pedro sacó un alburno que Edu se encargará de congelar -si le deja su madre- y que servirá de cebo de algún pez mayor. Como se ve en la foto (sup, izda), César puso el acompañamiento necesario para que los monitores no desfallecieran de tanta actividad.
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