Tras diez participaciones consecutivas en el Rally Familiar, la familia Casas Gómez (& F. Sánchez) ha visto recompensada su constancia con un triunfo histórico, que inaugura un palmarés que seguro seguirá creciendo en los próximos años. No lo tendrán fácil porque hay familias que vienen empujando muy fuerte: López-Bleda de Castro lleva dos ediciones consecutivas terminando en los primeros lugares; la familia Martínez González ya sabe lo que es ganar en el Rally y sus numerosos miembros son todo un seguro para el futuro; los Pitus sospechan de un sabotaje para impedirles llegar desde Madrid (hay abierta una comisión de investigación), pero ya han amenazado con volver el año próximo para demostrar que son los reyes del Rally. Otras familias premiadas fueron los Navarro González Moncayo (segundos) y los López-Bleda de Castro (terceros).
PROLEGÓMENOS: A pesar de la amenaza de lluvia, la organización, o sea Nut, decidió celebrar el Rally desoyendo los mensajes anónimos recibidos en su móvil relativos a la colada de la ropa de ese día. A todos ellos Nut contestó que el Rally no se suspendía, y que si hacía falta, él mismo se encargaría de lavar el barro de todos y cada uno de los niños.
PRUEBAS: Después de pasar por el Altozano a recoger sus credenciales los concursantes se distribuyeron por toda la ciudad a la caza y captura de la prueba. Pablo colocó el perchero de Diputación en medio de unas ramas que causaron serias alergias a alguno de los participantes; Gabi recuperó una de las pruebas míticas del Rally (las martingalas) que a mas de uno casi lo matan de la risa: en esta prueba los Navarro González demostraron lo que es trabajar en equipo; Rubén y Fran pusieron a prueba la memoria de los participantes; Villa, traicionando su querencia por la Universidad y buscando cobijarse de la lluvia, se escondió en el Club para tratar de sacar de los concursantes sus mejores habilidades pictóricas; finalmente, la prueba de la comba hizo recordar la mas tierna infancia a mas de una madre (claramente, era la prueba de las chicas). Allí las familias Sosa-Ródenas y López-Bleda De Castro demostraron lo que es saltar de tres en tres hasta con los ojos cerrados y saludando al público.
RAP: Aquí hubo mucha igualdad. Todos se merecen un diez. Lástima que el sonido dispuesto por la organización fuera tan deficiente, porque hay verdaderas joyas que merece la pena escuchar. Al final tenía que ganar uno, y la espectacular demostración de habilidad por parte de la familia Luján Martínez, se llevó el premio. Otras canciones destacadas fueron la de los García de los Ríos Lamas, la de los Navarro González-Moncayo y la de los Sosa Aparicio-Ródenas Ruiz que incluye una aportación inigualable de los padres.
PROLEGÓMENOS: A pesar de la amenaza de lluvia, la organización, o sea Nut, decidió celebrar el Rally desoyendo los mensajes anónimos recibidos en su móvil relativos a la colada de la ropa de ese día. A todos ellos Nut contestó que el Rally no se suspendía, y que si hacía falta, él mismo se encargaría de lavar el barro de todos y cada uno de los niños.
PRUEBAS: Después de pasar por el Altozano a recoger sus credenciales los concursantes se distribuyeron por toda la ciudad a la caza y captura de la prueba. Pablo colocó el perchero de Diputación en medio de unas ramas que causaron serias alergias a alguno de los participantes; Gabi recuperó una de las pruebas míticas del Rally (las martingalas) que a mas de uno casi lo matan de la risa: en esta prueba los Navarro González demostraron lo que es trabajar en equipo; Rubén y Fran pusieron a prueba la memoria de los participantes; Villa, traicionando su querencia por la Universidad y buscando cobijarse de la lluvia, se escondió en el Club para tratar de sacar de los concursantes sus mejores habilidades pictóricas; finalmente, la prueba de la comba hizo recordar la mas tierna infancia a mas de una madre (claramente, era la prueba de las chicas). Allí las familias Sosa-Ródenas y López-Bleda De Castro demostraron lo que es saltar de tres en tres hasta con los ojos cerrados y saludando al público.
RAP: Aquí hubo mucha igualdad. Todos se merecen un diez. Lástima que el sonido dispuesto por la organización fuera tan deficiente, porque hay verdaderas joyas que merece la pena escuchar. Al final tenía que ganar uno, y la espectacular demostración de habilidad por parte de la familia Luján Martínez, se llevó el premio. Otras canciones destacadas fueron la de los García de los Ríos Lamas, la de los Navarro González-Moncayo y la de los Sosa Aparicio-Ródenas Ruiz que incluye una aportación inigualable de los padres.
PATATA: La prueba de la patata era algo misteriosa. La organización había solicitado que los concursantes llevaran una patata personalizada. En realidad lo que se proponían era utilizar un cañón de patatas fabricado por Rubén y Chute para lanzarlas al hiperespacio. Finalmente esa demostración tendrá que esperar. La mejor patata personalizada fue la de la familia Navarro González-Moncayo.
En definitiva, un concurso divertido y emocionante hasta el final.
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